¿Has pensado alguna vez por qué puedes estar de pie o por qué puedes mover el cuerpo o por qué doblas las rodillas y los codos o por qué puedes respirar? Pues, entre otras cosas, gracias a los músculos.
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¿Qué son los músculos?
Pues, entre otras cosas, gracias a los músculos.
Los humanos tenemos más de 150 músculos.
Los músculos son unos tejidos u órganos del cuerpo (humano y animal) que se caracterizan por su capacidad para contraerse y estirarse.
Los hay de dos tipos:
- Los músculos estriados son los que cubren el esqueleto.
- Los músculos lisos están en la piel, en los vasos sanguíneos, en el tubo digestivo, en las vías respiratorias y en los aparatos urinario y reproductor.
¿Cómo funcionan?
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Los movimientos de los huesos del esqueleto son posibles gracias a las contracciones de los músculos esqueléticos, que se unen a los huesos gracias a los tendones.
Las contracciones de los músculos esqueléticos permiten los movimientos de los diferentes huesos y cartílagos del esqueleto. Los músculos esqueléticos forman la mayor parte de la masa corporal de los animales vertebrados. El movimiento de los músculos lo controla el sistema nervioso.
Decimos que un músculo está sano cuando puede contraerse o estirarse totalmente. Para funcionar, un músculo debe ser flexible, elástico e indoloro, es decir, que no nos duela cuando le hagamos trabajar. Cuando hacemos trabajar a los músculos, ya sea cuando hacemos que se muevan, ya sea cuando los tenemos contraídos, nuestro organismo reacciona: se alteran el ciclo metabólico, la aportación de oxígeno y la expulsión de las toxinas hacia la sangre. Si la hacemos trabajar demasiado, la musculatura nos llama la atención, protesta: perdemos la flexibilidad, y nos sentimos cansados y doloridos. Entonces, tenemos agujetas, y también tortícolis. Eso también pasa si adoptamos malas posturas. La mayoría de los músculos esqueléticos están formados por dos tipos de fibras:
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Actividades y posturas. La importancia de las micropausas
Los humanos nos pasamos buena parte del tiempo sentados: en el colegio, en la oficina, en coche, en el cine, cuando comemos o cenamos, mientras miramos la televisión en el sofá, si estamos delante del ordenador, cuando leemos, etc.
Los músculos que realizan un ejercicio adecuado reaccionan a los estímulos con potencia y rapidez, y se dice que tienen tono, que están tonificados. Cuando los usamos en exceso, pueden aumentar de tamaño. Esta variedad se denomina hipertrofia, que equivale a decir que cada célula muscular ha crecido por su cuenta. En cambio, cuando tenemos los músculos inactivos durante mucho tiempo, se produce la atrofia, que equivale a decir que los tenemos débiles, enfermos o paralizados. Hay que evitar posturas incorrectas, que durante minutos y minutos, horas y horas y días y días seguidos pueden perjudicar a nuestro equipo muscular. Por eso os proponemos una serie de ejercicios que podemos llamar «micropausas musculares». |