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La fiebre

by escoles_admin

Hola, mi nombre es Grado y soy tu herramienta para saber si tienes fiebre!

Siempre había querido ser futbolista, pero he tenido que seguir la tradición familiar y, por lo tanto, soy un termómetro. Ayudo a las personas a saber si tienen fiebre.

Mi tarea es muy importante. Según el número que aparece en la pantallita que tengo en la barriga puedo hacer que un niño vaya a la escuela o no.

Tengo mucho poder y un sueño: ser el primer termómetro futbolista del mundo.

 

¿Tienes fiebre?

Tu cuerpo acostumbra a estar entre los 36,5º y los 37º. Cuando esta temperatura sube por encima de los 37,8º o un poco más (según dónde nos pongamos el termómetro), tienes fiebre .

Entre los  37º y los 37,8º hablaremos de febrícula.

Seguro que alguna vez has oído: “el niño tiene decimitas”. Es la forma que tiene la abuela de decir que tienes febrícula.

La fiebre juega a tu favor

¿Estás caliente? Esto significa que en tu interior ha empezado una guerra.
La fiebre está luchando a tu favor para acabar con alguna infección. La fiebre forma parte de las defensas del cuerpo y avisa de que hay algo que no funciona del todo bien.

La fiebre no es una enfermedad, sino una forma que tiene nuestro cuerpo de defendernos reaccionando ante las infecciones. Por eso no hay que hacerla desaparecer, hay que hacerla bajar.

¡Súper Grado al rescate! El termómetro

A menudo para comprobar si estáis calientes, vuestros padres os ponen la mano en la frente. El gesto es muy bonito y tierno, pero no es de fiar. Si queréis estar seguros, debéis llamar a súper  Grado, es decir, ¡a mí!

El termómetro es la herramienta que os indica si tenéis fiebre.
Es recomendable que os lo ponga vuestro padre, vuestra madre, los abuelos, la canguro o el maestro para que no haya ningún error con el resultado. Según el termómetro (no todos somos iguales) y la edad, decidirán si os lo tenéis que colocar debajo de la axila, en el culo, en la oreja o en la boca.

Qué hacer si tienes fiebre

 

Podemos tener fiebre por muchos motivos. Un resfriado, la gripe, dolor de garganta o tener  cagarela puede hacer que nuestro cuerpo suba la temperatura. A veces, tenemos fiebre y también ganas de jugar. Puedes hacerlo, pero sin alterarte. Quédate en casa conmigo, tu amigo Grado, bien cerquita. Aprovecha para dormir un poco más, mirar la tele un rato, escuchar la radio, leer, dibujar o distraerte con juegos tranquilos. Qué penita: no podremos jugar a fútbol.  😉

Aunque no tengas demasiada hambre ni sed, es bueno que comas un poco y bebas mucho líquido. Eso sí, evita los refrescos con gas y cafeína. Lo mejor es tomar agua, zumos y sopas.

Tampoco te abrigues demasiado ni te tapes con mantas como si vivieras en el Polo Norte. La habitación debe estar ventilada. I si te das baños de agua, procura que no esté helada.

Y, sobretodo, si te duele el cuello, la oreja, la barriga, te encuentras mal o no puedes caminar, avisa a tus padres, abuelos, maestro, canguro o a quién esté contigo. A lo mejor te tendrá que visitar el médico.

Cuando la pantallita que los termómetros tenemos en la barriga pasa del número 40º tendremos que avisar al médico.

 

Autora: Ma Pilar Gascón. Farmacèutica

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