¿Qué es...?

    Caloría: unidad de medida de la energía que libera un alimento o que consume ("pierde") una persona cuando hace una actividad física.

    Nutrientes: son sustancias que forman alimentos como las piezas de un "mecano", y que aprovechamos para nosotros después de digerir los alimentos que comemos.

    Glúcidos o hidratos de carbono lentos: dan la mejor forma de energía porque se libera poco a poco. Esta energía puede durar toda una tarde (o una mañana) y se gasta cuando corres, juegas, piensas...: cuando te esfuerzas en hacer las cosas.

    Azúcares rápidos: son un tipo de hidratos de carbono o glúcidos que dan la energía toda de golpe, que "quema" por dentro si no hay actividad física inmediata. En los dientes, alimentan a los microbios responsables de la formación de la caries.

    Grasas o lípidos: son los nutrientes que almacenan más energía. Nuestro cuerpo las utiliza para algunas moléculas importantes (hormonas, colesterol...), y no le gusta deshacerse de ellas. Las grasas que no se queman con la actividad física, se acumulan en el tejido graso.

    Proteínas: son las piezas que necesitamos para crecer y repararnos. Sirven para formar nuestros músculos, la piel, el pelo, las defensas internas y muchas otras estructuras.

    Calcio: es muy importante para formar el esqueleto y los dientes. Tiene su tarea principal en la contracción de los músculos y el latido del corazón.

    Hierro: es necesario para que la sangre lleve el oxígeno a todas las células, es decir, ayuda a no tener anemia. Es el que hace el color rojo de la sangre sana.

    Vitamina A: va muy bien para la vista, la piel, el crecimiento y la reproducción.

    Vitaminas del grupo B:
    necesarias para el crecimiento y la piel. Estas vitaminas hacen que los hidratos de carbono y las proteínas se aprovechen al máximo.

    Fibra: son hidratos de carbono que no se digieren y que arrastran todos los restos de alimentos corriente abajo.

    Hipertensión: valores demasiados elevados de la tensión arterial, que pueden provocar problemas en la vista, los riñones y el corazón y obstrucciones en la sangre.

    Colesterol: molécula necesaria para el cuerpo humano, pero que si se encuentra en exceso puede provocar enfermedades hormonales, de los riñones o del hígado