Inicio 8-12 años Protección solar en verano y en invierno

Protección solar en verano y en invierno

by escoles_admin

El Sol

El Sol es la estrella que está más cerca de la Tierra y aunque sin ella no podríamos vivir, también sabemos que sus efectos pueden ser más nocivos de lo que nos pensamos y que la protección solar es necesaria siempre.

El sol es tan importante  que condiciona nuestra vida hasta el punto de decirnos cuándo debemos levantarnos y cuándo acostarnos.

Para nuestro organismo ejerce, no hace falta decirlo, efectos muy beneficiosos. Estimula la fabricación de vitamina D, esencial para el desarrollo de los huesos, favorece muchas de las funciones vitales e, incluso, estimula el cerebro (y el espíritu: “el ánimo”).

Pero hay que ir con cuidado, porque no todo es tan bueno. En verano tenemos la costumbre de ir a la playa y tomar el sol, y en invierno cuando vamos a esquiar también notamos que el sol nos visita de una manera especial. Sus efectos pueden ser más nocivos de lo que parece. De ahí la importancia de la protección solar.

¿Por qué me pongo moreno?

En verano, de vacaciones, siempre hay “carreras” para poder plantar la toalla en la arena de la playa o la tumbona en la piscina. Las actividades al aire libre son las que más nos gustan, pero hay que tener mucho cuidado, porque aunque estés jugando a las palas y no té des cuenta, el sol te envía sus rayos, que poco a poco te llegan a la piel.

Como la naturaleza es más sabia de lo que creemos, la piel tiene su propio mecanismo de defensa, que, de hecho, es el responsable de que oscurezca. El sol llega a la piel, y la parte más externa de ésta, la epidermis, aumenta de grosor para protegerte de los efectos nocivos de los rayos. Además, las células cutáneas (las que hay en la piel) fabrican más melanina, una sustancia que te protege del sol y que a la vez tiene la propiedad de “darte color”.

Con la piel que tengo, ¿me quemaré?

Si miramos a las personas que pasean por la calle, veremos que todas son diferentes: las hay bajas, altas, delgadas o gorditas, y cada una de ellas también tiene un color de piel propio. Por eso no todos podamos estar expuestos el mismo rato al sol. No te afectará el sol de la misma manera si tienes la piel morena que si la tienes muy blanca.

Para que sepas de qué manera te puede llegar a afectar el sol, aquí tienes este cuadro que clasifica cada tipo de piel. ¿Ya te has encontrado?

Tipo de piel

Reacción solar

Piel muy clara, ojos azules y pecas, pelo rubio

Eritema intenso y descamación. No nos ponemos morenos, la piel se pone roja.

Piel clara, ojos claros, pelo rubio o pelirrojo

Reacción eritematosa y descamación. Ligera pigmentación.

Piel blanca, ojos y pelo castaños

Eritema moderado, pigmentación suave.

Piel más bien oscura, pelo y ojos oscuros

Ligero eritema, pigmentación fácil.

Piel negra

No hay eritema pero sí pigmentación intensa.

Los más pequeños de la casa tienen la piel bastante fina y delicada, así que son los que tienen que extremar más las precauciones. Para saber si los rayos del sol son demasiado intensos, puedes seguir la regla de la sombra. Si la sombra es más corta que tú mismo, los rayos serán los más intensos del día.

¿Cómo debemos tomar el sol?

La mejor manera para no quemarte es tomar el sol con precaución, por eso tienes que saber:

Utilizar correctamente la crema de protección solar:

  • Su uso es imprescindible, y debe tener un índice de 30 o superior.
  • Te la debes poner 30 minutos antes de tomar el sol y renovarla cada 2 o 3 horas.
  • Cuando salgas del agua, tienes que volver a ponerte la crema de protección solar.
  • Te debes proteger los labios con barras fotoprotectoras especiales.

Conocer también otros hábitos importantes para evitar problemas para la salud:

  • Hay que evitar tomar el sol de las 12 del mediodía a las 4 de la tarde, la hora de más insolación.
  • Tienes que llevar camiseta y gorra para protegerte del sol mientras no te bañes.
  • Los ojos también te los debes proteger, con gafas adecuadas que tengan un filtro de los rayos del sol.
  • Debes empezar a tomar el sol de manera gradual: 20 minutos el primer día, 30 el segundo y 50 a partir del tercero.

Pero lo que debes tener presente por encima de todas las cosas es que cualquier precaución siempre es poca con el fin de protegerte del sol.

Los protectores resistentes al agua

Cuando compramos una crema protectora, uno de los elementos a tener en cuenta es, además del factor de protección, la resistencia al agua y al sudor. Estas cremas pueden ser de dos tipos diferentes:

  • Water-resistant: es un fotoprotector que resiste al agua hasta 40 minutos.
  • Waterproof: es más resistente y puede actuar en más de 80 minutos una vez ha entrado en contacto con el agua.

Ya me he quemado, ¿ahora qué puedo hacer?

Como ya hemos dicho, las quemaduras producidas por el sol afectan de manera diferente dependiendo del tipo de piel. Cuando estamos más tiempo de la cuenta al sol, la piel se nos pone roja, se inflama y nos duele. Además se nos pueden formar ampollas, caerse y hacer que nos “pelemos”.

Cuando notes que la piel te empieza a picar, lo primero que debes hacer es apartarte de la luz directa del sol. Convendrá rehidratarla (darle agua, porque está muy seca). En este sentido, las cremas rehidratantes te serán de especial utilidad. Si no tienes ninguna, puedes poner sobre la quemadura trapos de agua fría y agua con vinagre.

Recomendaciones finales

Con todo lo que hemos explicado y teniendo en cuenta estas otras recomendaciones, no deberías tener problemas la próxima vez que vayas a la playa.

  • Evita los perfumes y las colonias alcohólicas que contienen esencias vegetales, porque son fotosensibilizantes.
  • Elige el protector más adecuado a tu tipo de piel (mínimo de 30).
  • Utiliza la crema fotoprotectora aunque no haga sol.
  • Bebe agua y líquidos para evitar una deshidratación.
  • Muévete, no te pares. No es aconsejable que te tumbes y mantengas la misma posición durante horas.
  • Evita la exposición al sol a las horas de máxima potencia.

¿Sabes qué?

  • Si te quieres proteger los ojos, tienes que utilizar gafas con cristales que absorban la radiación ultravioleta.
  • Para evaluar el efecto de las cremas, los fabricantes las prueban en la espalda de bañistas que nadan durante períodos de 20 minutos.
Autora: Mercè Camps Miró. Farmacèutica

Relacionados

Aquesta web utilitza cookies per obtenir dades estadístiques de la navegació dels seus usuaris. Si continues navegant considerem que acceptes el seu ús. Acceptar Llegir més