¿Has tenido alguna vez mocos? Seguro que sí. Todos los niños y niñas del mundo alguna vez se han tenido que sonar. Los mocos no son agradables, sobre todo si dejamos que ‘caigan’ por debajo de la nariz. Pero también son muy útiles. Nos ayudan a no ponernos enfermos.
Hola, ¡soy un moco!
Mira a tus compañeros y compañeras de clase, seguro que algunos de ellos tiene mocos.
Son una sustancia espesa, viscosa y pegajosa que normalmente sale de nuestra nariz. Son una barrera para nuestro cuerpo. Ellos impiden que nos entren por los agujeros de la nariz elementos que nos podrían hacer enfermar como, por ejemplo, el polvo.
No representan ningún riesgo para la salud, pero pueden ser molestos. Incluso, si tenemos muchos, pueden provocar que no durmamos bien, que tengamos dolor de oreja, dolor de barriga, dolor de cabeza…
¿Por qué tenemos mocos?
Son una alarma que tiene nuestro cuerpo para avisar de que tenemos una infección. No es necesario estar enfermo para tener mocos pero, a menudo, aparecen cuando estamos constipados, tenemos la gripe, padecemos una alergia o nos duele la garganta.
En los meses más fríos del año, un niño o una niña puede llegar a tener mocos unos 60 días seguidos. |
¡Fuera los mocos!
Los mocos no son una enfermedad, aunque a veces pueden ser muy molestos. Para evitar que nos molesten, podemos seguir los siguientes pasos:
– Limpiar bien la nariz. Sónate cerrando bien la boca y “soplando” por la nariz.
– Bebe agua, zumos, caldos…
– Estate en un ambiente húmedo.
– Sumérgete en el mar en verano. El agua de mar desatasca mucho.
Los mocos no sirven de excusa para quedarse en casa. Si no se tiene fiebre, se puede hacer vida normal: ir a la escuela, hacer deporte, los deberes…
Utiliza el pañuelo. La mano o la manga de la bata pueden estar sucias y provocar que nos pongamos enfermos. Además te dejarán pegajoso.
¡Los mocos no se comen!
Los colores de los mocos
Pueden ser de colores diferentes. Y no es que cada uno de nosotros los tenga de un color, sino que a todos nos ocurre que a medida que pasan los días, de la nariz va saliendo un repertorio de colores muy distinto.
Cuando estamos constipados, son de color claro. Estos mocos ayudan a eliminar el virus. A medida que pasan los días y nuestro cuerpo va venciendo la infección, se vuelven blancos o amarillos. Y cuando ya parece que nuestro cuerpo vuelve poco a poco a la normalidad, son más verdosos.
Es importante que utilicemos pañuelos de papel de un solo uso porque sino nosotros mismos nos volveríamos a infectar y no acabaríamos nunca con los mocos.